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jueves, 1 de noviembre de 2012

Rulo Crespo - El Pelo Viajero - Capítulo 3


El rulo fue a parar muy lejos del asiento, cayendo lentamente en el cajón de kiwis. Los pelos de los kiwis lo miraron extrañados al invasor, más que eso "irritados", lo comenzaron a increpar, es claro, ellos son pequeños e iguales. El rulo en cambio es un ganador, ondulado, alto y elegante pelo axilar. Ahí se armó nomás la pelea, todos contra el rulo, cuando en el medio de la misma, la verdulera sacó tres kiwis del cajón, para despacharle a Cegisfredo. En uno de esos kiwis viajaba el rulo, en plena pelea con los enemigos; la verdulera puso los kiwis en la bolsa, y por alguna razón que desconocemos (pero viene bien a la historia) Cegisfredo tomó el kiwi/campo de batalla y lo olfateó. En ese momento, el rulo vio la oportunidad de huir, viendo que estaba en inferioridad numérica y que las cejas del comprador, le hacían honor al nombre, formando un bigote uniforme sobre sus dos pequeños ojos. De un salto el rulo, apareció en las cejas, con compañeros más parecidos que le dieron una calurosa y apretujada bienvenida. Ese día Cegisfredo tenía su habitual partida de truco con sus tres amigos de siempre. La partida comenzó pareja, hasta que hubo un punto de inflexión, a Cegisfredo le tocaron cartas para cantar el envido y el ancho de espada. Llegó la ocasión de hacer la seña a su compañero, para avisarle de la carta valiosa que tenía entre sus manos (la seña consiste en levantar las dos cejas, como en señal de asombro). Claro que con ese cordón de pelos, era difícil de disimular la seña para que no la vieran sus rivales, respiró profundamente y con un brutal, rápido y esforzado movimiento hizo la seña. Esto provocó que el Rulo, quien estaba suelto entre los otros pelos, saliera despedido, con incierta dirección.

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